miércoles, 29 de septiembre de 2010

¿Cuál liberación?


Tener que levantarte a las 5 ó 6 de la mañana cada día, a arreglar a tus hijos para que vayan al colegio, preparar el desayuno y dejar la casa en orden antes de irte a trabajar.
Ya en tu centro de trabajo cumplir con las responsabilidades propias a la tarea que desempeñas, en una jornada mínima de 8 horas diarias de estrés, ajetreo y por qué no, también satisfacciones y logros.

Desde allí coordinas todos los movimientos que harás al salir de la oficina, a qué hora harás la compra, piensas en el montón de ropa que tienes que lavar, en ayudar a los niños con las tareas de la escuela, en preparar la cena.
Uff! en qué le vas a comprar a tu marido por su cumpleaños,pensar en una velada romántica.
Te duele un poco la cabeza, aún así tu mente no para de bombardearte con todas las cosas pendientes que aún tienes por hacer, sigues con la rutina hasta que por fin llega la hora de dormir, estás muy cansada. Pero todavía te queda una tarea por cumplir, la de esposa y amante, el amor aguarda por ti.

A éstas y otras responsabilidades se enfrenta la mujer actual. Todo a cambio de una supuesta independencia y gracias a la mal llamada liberación femenina.

Es cierto que hemos alcanzado grandes conquistas, sin embargo el precio a pagar es una mayor carga de responsabilidades, diferente a los tiempos de antaño en los que nuestra labor se limitaba a la de ser madres y esposas, amas de casa.

Hoy a eso, le hemos sumado una jornada laboral y una mayor presión de la sociedad que cada día nos exige mas.

Yo creo que negociamos mal, que los hombres salieron ganando, se quitaron un peso de encima que nosotras muy gustosas nos ofrecimos a cargar.

Hemos demostrado que tenemos la capacidad para asumir retos, de alternar múltiples funciones, pero por favor que me lo vendan de cualquier forma menos como liberación femenina.

jueves, 9 de septiembre de 2010

Otra vez


Pensé que me había vuelto inmune, que a fuerza de golpes este corazón se quedaría quieto, que me dejaría tranquila, que no me daría mas sobresaltos, que no me daría mas querellas sobre que si fulanito me hizo esto, que si menganito me sacó las lagrimas, pensé que lo había hablado claro con el, pero es que éste es mas necio!!, no aprende, ya volvió a caer.
Ahora me dice que está latiendo, pero que quien debería corresponderle tiene dudas sobre lo que siente, que tiene miedo.
Yo la verdad no se que aconsejarle, es que ya se lo dije.
Me contó que se sentía ilusionado, que no había podido evitar volver a confiar, aunque desde el principio no hubo promesas ni juramentos, bla bla. Dice que todo surgió de manera espontánea y que él no estaba en eso, pero que todo se fue dando tan natural que él no pudo activar las defensas en el momento oportuno, pues cuando quiso darse cuenta ya estaba aprisionado por el cariño y que casi casi le atrapaba el amor, uff menos mal hijo, que al menos pudiste zafarte porque de ese si que es difícil liberarse.
En fin, que el pobre está un poco adolorido, intento consolarlo diciéndole que la vida continúa, que él es fuerte y que no se apure, que volveré a coserlo, que yo si lo quiero y que estaremos bien, es mas hasta licencia le di para que vuelva a enamorarse otra vez, total, él siempre hace lo que le da la gana.

Mis libros preferidos

  • 11 Minutos, Paulo Coelho
  • El Oro y la Paz, Juan Bosch
  • El Perfume, Patrick Suskind
  • Paula, Isabel Allende