jueves, 5 de septiembre de 2019

La ética en crisis

La ética debería permear cada ámbito de la vida de una persona y en especial, el quehacer profesional, tomando en cuenta que nuestro proceder, ya sea correcto o incorrecto, terminará afectando a terceros. Así, el médico que, movido por el interés pecuniario, prescribe medicamentos de calidad cuestionable a cambio de que un laboratorio equis le otorgue una comisión, pone en riesgo la vida de su paciente. El juez que tranza con una de las partes y deja en libertad a un asesino pone en peligro al resto de la sociedad. Lo mismo, el policía que cobra peajes al traficante o al ladrón, e incluso, le protege para actuar a sus anchas. El ingeniero que sobrevalua una obra y utiliza materiales de baja calidad, podría hacer colapsar un puente y afectar la seguridad de los miles de conductores que lo utilizan. El reportero que deja de lado la función social del periodismo, se hace de la vista gorda y complaciente con los poderosos frente a determinados acontecimientos a cambio de favores y dinero, deja a la población desprovista de información fiable para tomar buenas decisiones y beneficiar el régimen de corrupción de determinado gobierno. Podría citar miles de ejemplos, de cómo convertir nuestra profesión en un artículo de venta en el mercado, afectando directa e indirectamente los derechos colectivos. La corrupción es un mal de nuestros tiempos y en especial en nuestro país, donde los valores éticos parecen haberse extinguido, tanto en la práctica pública como privada, alimentando un individualismo enfermizo que desconoce los derechos del otro y afecta la sana convivencia social. Eso debe cambiar o llegará el día en que este país se torne inhabitable.

Mis libros preferidos

  • 11 Minutos, Paulo Coelho
  • El Oro y la Paz, Juan Bosch
  • El Perfume, Patrick Suskind
  • Paula, Isabel Allende