El encanto de Brugal en España

Pedir Brugal en cualquier bar o discoteca de República Dominicana se asocia con “olla” o lo que es lo mismo, a no poder pagar algo con más glamour, como el Whisky, el vodka o el vino, bebidas que contrario al citado ron, son sinónimo de clase y estilo para los criollos.
Sin embargo, al cruzar el Atlántico esta realidad cambia radicalmente. En el viejo continente, especialmente en España, el licor elaborado en Quisqueya a base de caña de azúcar es una de las bebidas preferidas en los centros de diversión.
Con Cola o solo, una copa de este aguardiente puede costar entre los 7 y 10 euros, dependiendo del lugar donde se consuma. Mientras que en los supermercados una botella de un litro oscila entre los 15 y 18 euros que traducidos a pesos dominicanos serían unos RD$ 900.
En la Madre Patria el Brugal compite con marcas criollas como el Barceló, así como el Legendario, Cacique o Negrita, elaborados en Cuba y Venezuela.
El auge de este producto podría explicarse por la reciente adquisición de la marca por parte de empresarios españoles, sucediendo a la familia Brugal que hasta el momento ostentaba el control del negocio.
Como parte de la estrategia publicitaria, durante el verano, en varios locales se regalan artículos promocionales y se sortean viajes a la República Dominicana con todos los gastos pagados para sus fieles consumidores.
Aunque para un dominicano resulte extraño ver este ron exhibirse junto a los más finos licores es una realidad que en ciudades como Barcelona, Madrid, Valencia o Sevilla tiene una gran acogida.
El ron de la mallita amarilla, se fabrica desde el año 1888 en la ciudad de Puerto Plata, y entre sus denominaciones, encontramos el Extra Viejo -de calidad superior-, el Añejo y el Superior. El mas exclusivo de todos es el Reserva de Oro, cuya botella de color azul tiene la forma del logo de la marca y se expende a un alto precio.
Sea cual sea la denominación, es notorio que la calidad es uno de los motivos principales para que la comercialización de nuestro ron en playas extranjeras constituya un motivo de orgullo y una importante fuente de ingresos para el país.