viernes, 1 de noviembre de 2013

El dìa que te conocì

Recuerdo que fue un jueves a eso de las 10:00 de la mañana cuando nuestras miradas se cruzaron por primera vez. Sin embargo, desde la noche anterior llovían los comentarios favorables sobre ti y lo bello que eras. Estaba ansiosa por comprobar si todo aquello era cierto. Mi corazón no paraba de latir contando las horas para que amaneciera y se produjera nuestro formal encuentro. Cabe decir que pasé toda la madrugada imaginándote, hablando de ti... Por fin llegó el momento que tantas veces imaginé durante nueve meses, y aunque para nuestra presentación no me encontraba en perfecto estado de salud, al ver tu cara se calmaron mis dolores y de mis labios brotó una sonrisa al contemplarte. Eras tan pequeño, tan perfecto, tan tierno, que sólo atiné a besarte y a cubrirte con un abrazo cuidando no hacerte daño. Mi Manuel, por fin te tenìa entre mis brazos. Han transcurrido dos meses y tres semanas de tu llegada a nuestras vidas llenando nuestra casa de alegría y felicidad. Tu padre y yo casi hemos superado los incómodos trasnoches, conocemos las razones de tu llanto y el color de tu sonrisa. También conocemos tu voz a través de tus gritos y graciosos gorjeos. Disfruto cada vez que te sujetas de mi blusa y te aprietas fuerte contra mi pecho buscando que mis brazos te sostengan con firmeza. Me llena de orgullo y satisfacción cada vez que alguien admira tu fortaleza, al saber que sigo siendo la responsable de alimentarte y cuidarte pues gracias a Dios puedo decir que domino a la perfección el arte de amamantar, tras superar días difíciles y sufrimiento físico. Continúo aprendiendo de ti, hijo, y cada vez me maravillo al ver cómo evolucionas y descubres el mundo que te rodea. Eres el amor más sincero, limpio y noble que ha surgido dentro de mí desde que supe de tu existencia. Te amo.

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Mis libros preferidos

  • 11 Minutos, Paulo Coelho
  • El Oro y la Paz, Juan Bosch
  • El Perfume, Patrick Suskind
  • Paula, Isabel Allende