lunes, 27 de octubre de 2008

La dichosa comida dominicana



Hay que hacer una fiesta dominicana!!. Fue el clamor que con entusiasmo muchos en la redacción del Diario de Sevilla nos fueron entusiasmando a mis compañeros y a mí para animarnos a compartir nuestra cultura y gastronomía con los compañeros de las diferentes secciones en las que cada uno realizamos las prácticas del máster.
Desde que nos fueron tomando un poquito de confianza el comentario era cada vez más reiterado. ¿Cuándo nos invitarán a su piso? (asi le dicen los españoles a los apartamentos), y no sólo los de las respectivas secciones, la petición también llegaba por parte de nuestros compañeros de máster.
Nadie estaba en eso, hasta que finalmente accedimos, pusimos fecha. El último sábado del mes de octubre. Perfecto, perfecto, decían todos a los que invitabamos. ¿Que hay que llevar?..el entusiasmo era latente, y con ello se iniciaban los preparativos.
El menú: Moro de guandules, pollo guisado, ensaladas rusa y verde, y por supuesto no podían faltar los fritos, tostones o patacones como dirían los colombianos. De postre, jalea de batata con coco y jalao de piña con coco. Que mas se podía pedir?..LLegó el ansiado día despues de confirmar los invitados, todo el mundo que si que si que voy, al final sólo vinieron unos cuantos, pero que conste en acta que quienes hicieron acto de presencia valieron por mil.
Los que promovieron la fiesta al final encontraron una oferta más atractiva, que la que estos dominicanitos con tanta ilusión y esmero habían preparado. Y que conste no estoy dolida ni quillá, ¿por qué habría de estarlo?, el que no vino se la perdió.
Ese día recordé y valoré más a mi gente, que arma una fiesta en un ratico u que cuando termina, de una vez se ponen de acuerdo y ponen a disposición su casa para preparar el próximo bonche. Que no escatima en lo material por hacer que sus invitados la pasen de maravilla. Sin dudas el dominicano es espléndido por naturaleza. Es comparón, esa es la verdad.
Quedan un par de meses en el diario. Quedaran hermosos recuerdos de gente buena y sincera que ha llegado a compartir su amistad conmigo, quedarán conocimientos, pero quedará este traguito que me supo muy dulce. Ojalá a nadie se le ocurra proponer otra dichosa comida, porque lo que soy yo no entro en esa..

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Mis libros preferidos

  • 11 Minutos, Paulo Coelho
  • El Oro y la Paz, Juan Bosch
  • El Perfume, Patrick Suskind
  • Paula, Isabel Allende