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Al llegar la Semana Santa, Sevilla huele a incienso, sus calles se convierten en un hervidero humano y su gente se vuelca a celebrar una de las tradiciones más emblemáticas de Andalucía.
Desde el domingo de Ramos hasta el sábado de Resurrección las distintas hermandades de la capital hispalense visten de gala sus vírgenes y cristos para deleitar a los miles de fieles que se congregan en los distintos puntos del recorrido religioso.
Sin duda, aquí el verdadero protagonista es el pueblo que sale de lleno a venerar las hermosas imágenes que durante todo el año permanecen en las iglesias y que son maravillosas obras de orfebrería.
La Macarena, el Gran Poder, la Esperanza de Triana, los Gitanos, son algunas de las procesiones más populares de Sevilla y son de las que más público atrae.
Curiosamente, casi siempre la lluvia acompaña alguno de los días de la Semana Grande aguando la fiesta a una que otra hermandad.
Estas cofradías se pasan todo el año preparando sus pasos para salir a la calle con lo cual el no salir provoca tristeza y frustración en sus miembros y fieles.
Una de las tradiciones que acompañan a estas celebraciones es la preparación de postres y platos típicos acordes con la temporada. Pestiños, torrijas, roscas y hornazos ponen el punto dulce a la semana santa sevillana.
El vestuario también es algo a tomar en cuenta en estas fechas tan señaladas y los sevillanos lo tienen muy en cuenta.
Domingo de Ramos es para estrenar las mejores galas y salir a ver las procesiones.
La mantilla y la peineta es una prenda tradicional española que forma parte del estilismo de las mujeres en semana santa, especialmente a partir del jueves santo.
Pero la semana de pasión a la sevillana no es del gusto de la generalidad. Muchos optan por salir de la ciudad para disfrutar de unos días de asueto en pueblos cercanos a las costas del sur y escapar de la rutina.
Increíblemente, un país de pocas creencias religiosas vive esta semana a lo grande, rindiendo culto a la majestuosidad de sus imágenes y derrochando pasión hacia sus tradiciones.
Ya que has llegado hasta aquí deberías saber que ésta es la voz de alguien que aprende de la vida y sus circunstancias. Es la expresión de una mujer que conjuga fortaleza y debilidad. Que cuenta lo que vive y lo que sueña. Lo que desata su risa y arranca sus lágrimas. Gracias por venir. Bienvenid@!
lunes, 18 de abril de 2011
Semana Santa a la sevillana
Al llegar la Semana Santa, Sevilla huele a incienso, sus calles se convierten en un hervidero humano y su gente se vuelca a celebrar una de las tradiciones más emblemáticas de Andalucía.
Desde el domingo de Ramos hasta el sábado de Resurrección las distintas hermandades de la capital hispalense visten de gala sus vírgenes y cristos para deleitar a los miles de fieles que se congregan en los distintos puntos del recorrido religioso.
Sin duda, aquí el verdadero protagonista es el pueblo que sale de lleno a venerar las hermosas imágenes que durante todo el año permanecen en las iglesias y que son maravillosas obras de orfebrería.
La Macarena, el Gran Poder, la Esperanza de Triana, los Gitanos, son algunas de las procesiones más populares de Sevilla y son de las que más público atrae.
Curiosamente, casi siempre la lluvia acompaña alguno de los días de la Semana Grande aguando la fiesta a una que otra hermandad.
Estas cofradías se pasan todo el año preparando sus pasos para salir a la calle con lo cual el no salir provoca tristeza y frustración en sus miembros y fieles.
Una de las tradiciones que acompañan a estas celebraciones es la preparación de postres y platos típicos acordes con la temporada. Pestiños, torrijas, roscas y hornazos ponen el punto dulce a la semana santa sevillana.
El vestuario también es algo a tomar en cuenta en estas fechas tan señaladas y los sevillanos lo tienen muy en cuenta.
Domingo de Ramos es para estrenar las mejores galas y salir a ver las procesiones.
La mantilla y la peineta es una prenda tradicional española que forma parte del estilismo de las mujeres en semana santa, especialmente a partir del jueves santo.
Pero la semana de pasión a la sevillana no es del gusto de la generalidad. Muchos optan por salir de la ciudad para disfrutar de unos días de asueto en pueblos cercanos a las costas del sur y escapar de la rutina.
Increíblemente, un país de pocas creencias religiosas vive esta semana a lo grande, rindiendo culto a la majestuosidad de sus imágenes y derrochando pasión hacia sus tradiciones.
Etiquetas:
pasión,
semana santa,
sevilla,
tradición
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